Una llamada inaugura el relato: Juan Jesús se entera de que su ex mujer ha vuelto a México luego de siete años y desea verla. A través de un vaivén entre pasado y presente, entre el sueño y el desconsuelo de la irrealidad, con la ciudad como telón de fondo, la historia colmada de melancolía (se trata, después de todo, del final de una historia de amor) exhibe con toda su fuerza a un personaje a la deriva. Movidos por una fuerza inconsciente, los protagonistas de esta espeluznantemente real historia de amor inventan una realidad alterna, hecha de llamadas telefónicas, para brindarle una segunda oportunidad a sus deseos; un segundo round a la pareja que, como en casi todos los casos donde el amor trazó huellas profundas, continuará ligada por el resto de sus días. La primera obra del autor editada en Argentina, Llamadas de Ámsterdam es perfecta para ser leída una tarde de lluvia, mientras suena alguna canción que invite al desconsuelo. El manejo magistral del silencio destaca en el texto más íntimo de uno de los escritores clave de la nueva literatura latinoamericana.